Si existe un momento del año por antonomasia en el que aumentan los viajes ese es el verano. Y por extensión, si existe un momento del año donde los seguros de viajes cobran aún más relevancia de la que ya tienen (que es mucha) durante el resto del año, obviamente, también es el verano. Ahora, cuando son muchos los que ya comienzan a pensar en las vacaciones de verano, parece un buen para darles un repaso.
Lo primero que tenemos que saber, y que el lector ya se imaginará, es que existe una gran cantidad de seguros de viaje diferentes, o mejor dicho, existe una enorme posibilidad de configurar las coberturas que los seguros pueden ofrecer, a lo que suman una lista prácticamente interminable de lo que están dispuestos a cubrir en relación a los viajes vacacionales.
Los seguros de viaje más tradicionales son los que aportan dos tipos de coberturas:
- Coberturas relacionadas con la salud en los desplazamientos
- Coberturas sobre objetos personales, equipajes, etc
A partir de este punto, de las coberturas básicas que pueden incluir los gastos médicos de traslado desde el extranjero, o cuestiones como la pérdida de equipaje, un seguro de viaje realmente se configura a través de la suma de coberturas, que es lo que a la postre determinar la modalidad de la pobreza y por supuesto su precio.
Poniendo en el mercado vamos a encontrar una variedad verdaderamente amplia de seguros de viaje. Desde las coberturas mínimas que ya indicábamos, hasta seguros realmente complejos en los que se cubren cuestiones como perder un avión, el overbooking, las cancelaciones de reservas, los problemas generados por la mala climatología…y por supuesto los gastos médicos En el extranjero, los costes de reparación del enfermo, etcétera.
Uno de los problemas a la hora de la selección de estos productos tiene que ver con que otros modelos de aseguramiento pueden incluir coberturas similares a las que ofrecen seguros de viaje. Esto puede significar que realicemos una contratación en exceso y nos aseguramos por encima de lo que realmente necesitamos, con el consiguiente gasto. Es importante pues antes de contratar un seguro de viaje específico revisar cuales son las coberturas que nuestros seguros habituales nos ofrece.
Seguros vacacionales
Se trata de seguros más específicos aún, y que habitualmente se relacionan con determinadas actividades vacacionales. Vamos a poder encontrar una dama también verdaderamente amplia, desde quienes pueden asegurar por ejemplo el recorrido del Camino de Santiago a pie con sus posibles contingencias, como quienes van a realizar un viaje de aventura a cualquier punto del planeta. Obviamente en este caso estamos ante seguros muy concretos, y que presentan mayor coste en función no sólo a los riesgos si no también de las distancias, número de asegurados etc.
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