¿Todo es asegurable?

Todos hemos escuchado en muchas ocasiones hablar de pólizas de seguro con coberturas extrañas. En este mismo blog hemos podido acercarnos desde seguros contra elementos sobrenaturales hasta seguros excéntricos de personajes famosos, pero, al usuario medio le queda siempre la duda de hasta qué punto estamos ante campañas de publicidad o productos de aseguramiento reales, y, en este último caso, qué precio puede llegar a tener estos seguros tan particulares.

Queda claro de antemano que el precio de muchas pólizas de las que de cuando en cuando aparecen en los medios de comunicación como pólizas extrañas es muy difícil de calcular. Ya que, efectivamente, influye mucho el aparato publicitario a la hora de presentar este tipo de coberturas.

seguros extraños

 

Realmente, haciendo honor a la verdad, todo puede ser asegurable. Otra cosa es quien esté dispuesto a pagar las primas de determinadas coberturas de aseguramiento verdaderamente extrañas o disparatadas. Con esto queremos decir que siempre que una aseguradora esté dispuesta a asumir un riesgo que un particular le proponga el seguro puede existir. Sin embargo, del mismo modo que afirmamos esto, podemos estar convencidos de que obviamente estos seguros están personalizados sólo alcanzan a un porcentaje mínimo de personas que pueden permitirse o bien pagarlos, o, prestar su imagen de manera publicitaria para ofrecer una contrapartida a la aseguradora

Seguros raros publicidad viral

Es inevitable que asociemos los seguros raros a la publicidad. Y lo es porque esto ocurre así desde el principio de la historia del aseguramiento. Hoy en día con la globalidad que supone el acceso a Internet, lógicamente el efecto se multiplica aunque, sin embargo, también es verdad que pierde un poco de brillo al mezclarse con miles de mensajes, por eso los seguros raros han optado por aparecer de manera mas espaciada y cuando lo hacen tienen siempre asociado o bien un hecho polémico o bien una figura internacional reconocida: dos claros ejemplos de todo esto son por un lado los seguros anti fin del mundo 2012 que se comercializaron fundamentalmente en Estados Unidos ante la supuesta amenaza apocalíptica del fin del mundo del citado año, como ejemplo de seguro asociado a un hecho polémico, o los sucesivos mensajes de aseguramiento (que son prácticamente uno al año) sobre la anatomía del futbolista  David Beckham como ejemplo de seguros asociados a famosos.

Por cierto no sabemos si Beckham paga la prima de esos seguros, pero si sabemos que de las pólizas anti fin de la humanidad 2012 se vendieron varios miles a un precio superior al de cualquier seguro de vida.

 

 

 

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