La manera de jubilarse antes es acceder a la jubilación anticipada. Veamos a partir de qué edad te puedes jubilar y lo que necesitas para lograrlo.
Los últimos cambios en el sistema de pensiones supusieron una modificación importante en el apartado de la edad de jubilación y el cálculo de pensiones. Si tomamos el ejemplo de quienes se jubilaron el año 2016 veremos que para estos la edad de jubilación era 65 años y cuatro meses. Si nos adelantamos en el tiempo veremos como en la progresión de la modificación de este requisito, en el año 2027 para jubilarte tendrías haber tenido 67 años.
Tanto en el futuro como ahora existe la opción de jubilarte antes, pero para ello debes acceder a la jubilación anticipada. Que, como verás, también ha modificado con esta reforma buena parte de sus condiciones.
La jubilación anticipada
Hasta el año 2013 quienes querían jubilarse de manera anticipada y voluntaria podían solicitar la jubilación a partir de los 61 años. Con la modificación de la edad ordinaria para jubilarse, también la jubilación anticipada se ve afectada y aumenta el límite de edad para acogerse a ella. De manera general no se podrá acceder a la jubilación anticipada antes de los 63 años y cuatro meses con el requisito de haber cotizado un mínimo de 35 años y que, de estos, dos se encuentran entre los 15 últimos años previos a la solicitud de jubilación.
Cuánto necesitas para jubilarte
Tratar de calcular cuánto dinero necesitas para jubilarte es equivalente a tratar de no perder el poder adquisitivo que has mantenido durante tu etapa laboral, incluso, si es posible, superar dicho nivel económico.
Para ello necesitaríamos realizar dos pasos que van a ser más o menos complejos dependiendo de lo claras que tengamos nuestras finanzas personales. Para aquellas personas acostumbradas a controlar su economía, que poseen un buen conocimiento de sus gastos e ingresos, que controlan sus productos financieros y que también conocen sus cotizaciones a la seguridad social, va a ser relativamente fácil. Para aquellos que no dominan ninguno de esos aspectos la primera recomendación es precisamente tratar de ponerse al día en todos ellos.
Tres seguros que necesitas y otros tres que no
Estimación de gastos e ingresos
Este es el primer paso que debe dar. Se trata de realizar una estimación en primer lugar de tus ingresos futuros. Para ello deberías calcular la pensión pública que te va a quedar tras la jubilación así como otros ingresos que pudieran derivarse, de tu patrimonio, por ejemplo el alquiler de una vivienda.
Calcular la futura pensión pública no es una tarea sencilla sobre todo para quienes tienen lejos aún la jubilación, ya que es más que probable que en un futuro no muy lejano se ajuste mucho más aún de lo que ya está. Si te cuesta dar con el cálculo exacto o no quieres invertir mucho tiempo en ello, piensa que difícilmente va a superar el 50% o el 60% de tu salario actual. Es mejor ponerse en un plano pesimista que quedamos cortos a la hora de calcular los ingresos complementarios.
Una vez tengas determinados estos ingresos debes realizar un cálculo de los gastos futuros. En el cálculo de gastos debes tener en cuenta las posibles amortizaciones que ya hayas realizado, por ejemplo la hipoteca, pero también la aparición de gastos nuevos. Un error muy común es no pensar en que se van a abrir nuevos caminos de gasto, por ejemplo, viajes, mayor inversión en salud, etcétera.
Cruzar los datos de ingresos futuros y previsión de gastos nos va a dar la cifra estimada anual que debemos complementar.
Busca herramientas para obtener el capital que necesitas
Si del resultado de gastos e ingresos resulta que no necesitas capital adicional enhorabuena, eres un auténtico privilegiado. Sin embargo, para la gran mayoría nos será necesario calcular un capital adicional para poder mantener la calidad de vida y el poder adquisitivo.
Obviamente esto se obtiene a través de herramientas de ahorro que nos permitan ir consolidando un capital a lo largo del tiempo, capital que posteriormente utilizaremos como el complemento que necesitamos.
Generalmente es buena idea para calcular el dinero que tenemos que ahorrar, tomar el mismo porcentaje de gastos e ingresos que tenemos en la etapa laboral. Es durante la etapa laboral cuando hay que ahorrar, por tanto este cálculo es necesario. Si hemos determinado, por ejemplo, que necesitamos cubrir 4000 € anuales como capital adicional, y sumamos un periodo de tiempo determinado para percibirlos (recuerda que la esperanza de vida hoy en día es muy superior a la hace tan sólo una década) ya nos ponemos en situación de buscar los productos de ahorro necesarios.
En este cálculo no debes olvidar sumar a la rentabilidad que se proponga la pelea constante contra la inflación. La inflación hace que año tras año tus productos de ahorro tengan que luchar contra la subida de precios. Desde los seguros de ahorro hasta los planes de pensiones o fondos de inversión la cantidad de herramientas a tu disposición son muchas. Se trata de encontrar aquellas con las que te sientas más cómodo y respondan mejor a tus cálculos.