En un acto celebrado en el mes de diciembre del pasado año, en el cual se generaba el observatorio para el seguro del alquiler en nuestro país, pudimos acceder a un buen número de datos referentes a este tipo de seguro y su crecimiento, unos datos ciertamente interesantes.
Y es que los seguros de alquiler, de relativa novedad en nuestro mercado de aseguramiento, se encuentran ya presentes en cerca de 20% de los alquileres con garantías que se realizan en nuestro país, es más, la previsión es que estos alquileres con garantías se acerquen en menos de dos años a la media de los países con más volumen de alquiler en Europa, que viene a ser en el entorno del 40%; sin duda un mercado amplio y en este caso aún por abrir.
El lado amable de las aseguradoras
Como arma fundamental para la implantación de estos seguros de alquiler, el sector esgrime el hecho de la comprobación en una morosidad reducida en un 85% de los alquileres, así como en el retraso notable de los inicios los impagos, que pueden llegar hasta la novena u onceava mensualidad, mientras que en el caso de los alquileres sin seguro los incumplimientos se empiezan a realizar a partir del tercer o cuarto mes.
Resulta también muy interesante comprobar cómo los seguros de impago se han instalado de manera más fuerte de dentro del rango de alquiler inferior a 700 €, mientras que en el caso de los alquileres en importe alto no está presentado ciertamente un arraigo comparable.
El perfil medio del inquilino de estos seguros de alquiler es un hombre de entre 25 y 45 años que presenta unos ingresos medios de 1700 € brutos mensuales y que se encuentra empleado por cuenta ajena prácticamente en un 82%.
El propio observatorio en sus primeras declaraciones reconoce que se trata de un modelo de seguro por una fidelidad muy elevada, aportando como dato el hecho de que dos de cada tres asegurados renuevan la póliza el segundo, siendo la póliza de cobertura más elegida la de 12 meses del pago de rentas, prácticamente en un 60% de los casos.