En un contexto económico y social en el que la sostenibilidad del sistema público de pensiones es objeto de debate, los planes de pensiones privados cobran especial relevancia. Estos instrumentos de ahorro a largo plazo permiten complementar la pensión pública de jubilación, garantizando así una calidad de vida adecuada en el retiro. Sin embargo, es importante tener en cuenta los límites de aportación establecidos por la normativa española. En la actualidad, dichos límites han experimentado ciertas variaciones que detallaremos a continuación.
Cuáles son los límites de aportación a un plan de pensiones
Para el ejercicio 2023, el límite máximo de aportación a los planes de pensiones individuales es de 8.000 euros anuales, independientemente de la edad del partícipe. Esto significa que no se podrá deducir en el IRPF ninguna cantidad que exceda ese límite, aunque sí se podrán realizar aportaciones superiores, si bien no tendrán ventajas fiscales.
La aportación máxima anual está también limitada al 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidos individualmente en el ejercicio. Por lo tanto, si una persona gana 20.000 euros al año, solo podrá aportar un máximo de 6.000 euros a su plan de pensiones (30% de 20.000 euros). Si tu cónyuge no obtiene rendimientos netos del trabajo o de actividades económicas, o estos son inferiores a 8.000 euros anuales, puedes realizar aportaciones a un plan de pensiones a su favor con un límite máximo de 2.500 euros anuales.
Las aportaciones realizadas a planes de pensiones reducen la base imponible del IRPF. Esto implica que, al realizar aportaciones, se paga menos impuesto sobre la renta. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, en el momento del rescate del plan de pensiones, tanto las aportaciones como los rendimientos generados tributan como rendimientos del trabajo.
No hay que olvidar que los límites descritos se aplican exclusivamente a los planes de pensiones. Existen otros vehículos de previsión social, como los planes de previsión asegurados (PPA) o los seguros de dependencia, que tienen sus propios límites y ventajas fiscales.
El principal propósito de un plan de pensiones es servir como complemento en la jubilación. Sin embargo, existen circunstancias excepcionales (como enfermedad grave o desempleo de larga duración) que permiten el rescate anticipado de los fondos. En 2023, se mantiene esta flexibilidad, pero es crucial tener en cuenta que al rescatar antes de tiempo se pueden perder ventajas fiscales. Además, a partir del 2025, según las previsiones actuales, será posible rescatar las aportaciones con una antigüedad de al menos 10 años, lo que añade una nueva variable al panorama de los planes de pensiones.
En España, los participantes tienen el derecho a trasladar sus derechos consolidados de un plan de pensiones a otro sin incurrir en coste alguno. Este aspecto es vital para aquellos que buscan optimizar sus rendimientos, ya que permite mover el capital a aquellos planes que ofrezcan mejores condiciones o rendimientos. Esta movilidad, sin penalizaciones ni costes, se mantiene a lo largo del año.
Además de los planes individuales, existen planes de pensiones promovidos por las empresas para sus trabajadores. A día de hoy, el límite de aportación en estos planes se establece en 9.000 euros anuales. Estos planes a menudo tienen la ventaja de que las empresas realizan contribuciones adicionales en nombre de sus empleados, lo que puede resultar en un mayor ahorro para la jubilación.