Se va armando la estructura financiera de la Sareb o del banco malo como quieran decirle, entre los aportantes y participantes estará el sector del seguro que invierte más de 250 millones de euros con lo que obtendrá el 10% del banco malo. De forma que las entidades que aportan están en la siguiente lista:
-Mapfre, 50 millones de euros
-Mutua Madrileña, 30 millones de euros
-Catalana Occidente, 15 millones de euros
-Pelayo, 3 millones de euros
-AXA:
Seguramente se sumará a lo último a la hora de invertir, además de que será el primer grupo extranjero que invertirá en la Sareb, y no el único.
-Zurich (Se sumaría)
-Caser (Se sumaría)
-Aviva (Se sumaría)
Así las compañías Aseguradoras privadas totalizarán una inversión por 98 millones de euros. Mientras que hay tres aseguradoras Zurich, Caser y Aviva que podrían sumarse al grupo de inversoras en el banco malo. Este conjunto de aseguradoras adquirirán parte de la deuda subordinada de la Sareb, lo que hace que eviten ingresar al capital de la misma.
Además del monto mencionado, se debe incluir unos 150 millones de euros que desembolsaría el propio Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), este tiene una participación mayoritaria pública y bajo proceso de privatización, y de las aseguradoras privadas.
Esto hace que la inversión en la Sareb, se tomaría por el lado de que contribuirá a dar estabilidad financiera, tomándose como deuda privada, y no pública para el caso. Además las aseguradoras mencionadas entraron en contacto con la recientemente nombrada presidenta ejecutiva de la Sareb, Belén Romana, mientras que por el lado del FROB y el Ministerio de Economía mantienen diferentes contactos en el seguro con la finalidad de equilibrar que no ingresen entidades del sector de la banca e inversores internacionales.
A todo esto se supo que el banco malo precisa de 2.200 millones de euros en inversión privada lo que evitará que el 55% de su capital no esté en poder del sector público y así no computar sus operaciones en forma de deuda pública.
Mientras que el 70% de dicho monto tendrá que venir de la banca, y los principales bancos por ahora rechazan ingresar; por el lado de los inversores extranjeros estos aportarán el 20%; y el sector del seguro, el 10%.