El negocio de los seguros de vida registró en 2008 un crecimiento interanual del 1,8%, hasta alcanzar los 136.133 millones de euros.
Estos datos elebarados por ICEA, sostiene que el ahorro gestionado por el seguro de vida individual creció un 2,7%, pero las primas crecieron un 15,4%, lo que confirma la alta volatilidad del ahorro, especialmente en el cuarto trimestre del año.
Por su parte, el seguro de vida colectivo, registró un crecimiento cero (+0,08%) en sus provisiones técnicas, mientras que en seguros de riesgo, el efecto del parón inmobiliario se ha notado en los productos con la actividad hipotecaria, como los temporales no renovables, que disminuyeron un 22% en primas.
En lo que respecta a los productos de dependencia, 2.622 personas suscribieron este tipo de seguros por un valor en primas de algo más de 340.000 euros.
En el seguro de vida colectivo, pese al incremento de las primas, las provisiones tuvieron un comportamiento plano, debido, en gran parte, a que las aportaciones apenas cubrieron las prestaciones que recibieron los trabajadores.
En relación con los productos para la jubilación, los Planes de Previsión Asegurados (PPAs) registraron una suba del 300% en el conjunto del año, como consecuencia la rentabilidad que garantiza con independencia de cómo evolucionen los mercados financieros.
A finales de 2008, el seguro gestionaba en PPAs un total de 3.355 millones de euros correspondientes a más de 353.000 clientes, mientras que el PIAS, recibió inversiones en este producto por más de 1.175 millones de euros, con un crecimiento del 101% respecto al año anterior.