A la hora de contratar un seguro de salud hay que tener en cuenta un buen número de cuestiones importantes para evitar caer en errores.
Tener en cuenta solo el precio
La verdad es que, si reflexionamos un poquito, nos daremos cuenta que no hay mucho que decir al respecto. En cualquier tipo de compra o contratación de servicio que hagamos tener sólo el precio como referencia a la hora de tomar una decisión nunca es buena idea. Si de lo que se trata es de asegurar nuestra salud la idea es rematadamente mala.
Nunca debemos contratar un seguro de salud exclusivamente porqué nos ofrezca un precio bajo. Siempre hay que revisar las coberturas, las condiciones particulares y, por supuesto, si se trata de un seguro que se ajusta realmente a lo que necesitamos.
Valorar la relación calidad/precio del seguro es una buena idea, valorar sólo el precio del seguro ponderando lo más barato como lo mejor no es necesariamente una buena idea.
No tener en cuenta las Carencia
El periodo de carencia es el tiempo que debes esperar desde que has contratado un seguro hasta que se ponen en marcha las diferentes coberturas de manera efectiva.
Es importante tener claro que no todas las coberturas se van a activar al mismo tiempo, y que por tanto, los periodos de carencia pueden ser capitales dependiendo de determinadas posibles afecciones. No todos los seguros proponen los mismos periodos de carencia, por ello es importante tenerlos en cuenta y es un error no considerarlos.
No tener en cuenta los copagos en el seguro de salud
Éste es otro error relativamente frecuente que se da en quienes no revisan bien las condiciones particulares de sus pólizas de seguro.
Dentro de los seguros de salud con cuadro médico vamos a encontrar propuestas con copago y propuestas sin copago. El copago hace que el cliente tenga que asumir una parte del gasto de los servicios médicos. Esto se establece como un método de barrera para el abuso de las coberturas en los seguros de salud. La diferencia entre compañías, sin ser elevada, puede ser sensible.
Desde luego los copagos pueden acabar marcando si una elección de un seguro de salud es correcta o no.
Elegir mal la modalidad
Antes de elegir la modalidad de cuadro médico o la modalidad de reembolso hay que valorar bien cuál es la que realmente nos conviene.
En el caso de modalidad de cuadro médico siempre hay que tener en cuenta si los servicios médicos a los que pretendemos acudir se encuentran incluidos en el cuadro o no. Así mismo hay que valorar los posibles desplazamientos que tengamos que hacer para acudir a los servicios médicos que nos proponga el cuadro.
En el caso de la modalidad de reembolso es muy importante prestar mucha atención a los porcentajes de reembolso que nos propone la aseguradora, y no también, a los periodos de espera para el reembolso y a las cantidades máximas de reintegro.
No haber tenido en cuenta las exclusiones del seguro de salud
Dentro de las condiciones particulares de los seguros de salud vamos a encontrar exclusiones. Éstas pueden generarse, por ejemplo, por patologías producidas por actividades profesionales o por prácticas deportivas. Asimismo existen exclusiones para otro tipo de cuestiones como por ejemplo las cirugías estéticas, las cirugías de cambio de sexo, o también los procesos quirúrgicos relacionados con la obesidad mórbida.
Obviamente todos estos elementos deben ser tenidos en cuenta ya que no valorar las posibles exclusiones, sobre todo si nos encontramos en algún supuesto que pueda incluirse en ellas, puede acarrear un error importante en la contratación del seguro de salud.