Inquilinos morosos: ¿cómo proteger tu renta con un seguro de impago?

Porque no todo son buenas intenciones al firmar un contrato

Alquilar una vivienda debería ser una forma sencilla de sacarle partido a una propiedad. Pero, si ya lo has hecho alguna vez, sabrás que no todo es tan bonito como parece. Porque sí, puedes tener la suerte de dar con un inquilino responsable, puntual y cuidadoso. Pero también puedes topar con el caso contrario. Y ahí empiezan los dolores de cabeza.

El miedo a los impagos es real. No solo porque dejas de ingresar la renta, sino porque a veces el problema se alarga más de la cuenta. Meses sin cobrar, abogados, juicios, papeles, tensión. Por eso, los seguros de impago de alquiler están ganando tanto peso en España, especialmente en 2025, donde cada vez más propietarios buscan estar tranquilos.

Qué es un seguro de impago y por qué ya no es opcional

No es una moda, ni un gasto más. Es una herramienta que, si alquilas tu piso, te da la tranquilidad que necesitas. Un seguro de impago de alquiler es una póliza que se activa si tu inquilino deja de pagar. En ese caso, la aseguradora se encarga de cubrir esas mensualidades (hasta cierto límite) mientras tú gestionas el proceso.

Lo mejor es que no solo cubre el dinero. Este tipo de seguros también incluyen defensa jurídica, por si hay que ir al juzgado. Te asignan un abogado, te cubren los costes del proceso de desahucio y, en muchos casos, hasta los daños materiales que pueda dejar el inquilino en la vivienda. Porque sí, a veces el problema no acaba cuando se va.

Actualmente, la mayoría de aseguradoras cubren entre 6 y 12 meses de renta, según el plan que elijas. Y algunas incluso ofrecen servicios de mediación o gestión integral del impago. ¿Merece la pena? Si valoras tu tranquilidad, mucho.

¿Cuánto cuesta y cómo se contrata?

Aquí viene lo que mucha gente se pregunta: “¿Esto cuánto me va a costar?”. Pues menos de lo que crees. El precio suele estar entre el 3% y el 5% del importe total del alquiler anual. Vamos, que si cobras 800 euros al mes, estarías pagando entre 290 y 480 euros al año. Y lo mejor es que es deducible en tu declaración de la renta. Así que parte de ese dinero lo puedes recuperar.

Ahora bien, no todo depende de ti. Para contratar el seguro, tu inquilino tiene que cumplir ciertos requisitos. Normalmente se exige contrato indefinido o ingresos suficientes para cubrir el alquiler sin apuros. También revisan si aparece en listas de morosos. Si pasa el filtro, la aseguradora aprueba la póliza. Y si no, puedes replantearte el perfil del inquilino.

Hoy por hoy, muchas inmobiliarias ya ofrecen este tipo de seguros como parte de sus servicios. Otras lo gestionan directamente los propietarios. Lo importante es que, antes de entregar las llaves, tengas claro que tu renta está protegida.

Alquilar sin miedo es posible, pero tienes que tomar medidas. Los seguros de impago de alquiler no evitan que un inquilino deje de pagar, pero te aseguran que, si pasa, no te vas a quedar desamparado. Y con los tiempos que corren, esa protección es más que razonable.