Ante las polémicas y sospechas, la Comisión Europea pretende otorgar poderes a los supervisores nacionales para que estos puedan restringir o incluso llegar a prohibir coordinadamente en toda la Unión Europea las ventas a corto y los conocidos Seguros Contra el impago de la Deuda (CDS) ante situaciones de emergencia.
Esta medida tiene el objetivo de regular las operaciones con derivados, ya que diversos líderes europeos han salido a quejarse por que agravan la crisis de endeudamiento de Grecia generando contagio hacia España y Portugal.
Si bien el Gobierno alemán había prohibido durante el pasado mes de mayo las ventas a corto, aunque al ser de forma unilateral, generó quejas ya que si se lo hacía de manera coordinada habría generado mejores resultados pudiendo generar una estabilidad de los mercados financieros dentro de la UE.
Se encuentra en estudio imponer un régimen de notificación para los supervisores sobre un volumen fuerte de posiciones cortas sobre bonos de países de la UE.