Es uno de los seguros básicos en las economías domésticas por cuanto cubre los posibles problemas de la vivienda. Sin embargo, a la vez, es uno de los grandes desconocidos dentro de los productos de aseguramiento y se puede convertir en un quebradero de cabeza en caso de una mala elección. Nos referimos al seguro de hogar.
Y es que la contratación de estos seguros no siempre se realiza en función de las verdaderas necesidades del usuario. De hecho, en muchas ocasiones, se trata de seguros que contratamos de manera vinculada a la concesión de la hipoteca. Aún en estos casos es obligatorio realizar las coberturas y tener claro el contenido del seguro de hogar.
¿El futuro es de los seguros de salud low cost?
Al contratar el seguro
Al ser un seguro básico, como decíamos, resulta fundamental tener claro el máximo de aspectos posible de sus coberturas. Debemos tener en cuenta que no todos los seguros son iguales, que no todas las coberturas son iguales, y que estamos ante un producto en el que existe tanto el riesgo de sobreaseguramiento como de infraaseguramiento, ya que resulta relativamente fácil no controlar todos los datos y asegurar de más aquello que no lo necesita mientras que nos olvidamos de asegurar elementos que también debieran caber en las coberturas.
Por tanto a la hora de contratar un seguro, o incluso si éste ya viene dado por la contratación de la hipoteca, es obligatorio leer la letra pequeña y conocer todo lo que el producto ofrece. Sin ninguna duda nos vamos a encontrar con cláusulas complejas que tal vez no entendamos, en este caso siempre debemos solicitar información complementaria, es muy importante comprender el alcance de lo que estamos firmando ante un posible futuro imprevisto en nuestro hogar.
Dentro de ese repaso, debemos prestar atención especial a las coberturas y lo que estas incluyen y las indemnizaciones correspondientes, con sus posibles limitaciones y franquicias. Éste es el momento en el que tenemos que estar dispuestos a la negociación a la hora de aumentar o reducir el número de estas coberturas.
Hay que recordar que estos productos no harán nada por supuesto. Es decir, aquello que no está explícitamente asegurado en el contrato no lo está de manera práctica.
Coberturas que no pueden faltar en el seguro de hogar
Si nos encontramos configurando un seguro de hogar vamos a comprobar rápidamente la existencia de decenas de coberturas. Dentro de ellas debemos prestar especial atención a dos fundamentales, aquellas cláusulas que reflejan los siguientes escenarios:
- Incendio
- Robo y actos de vandalismo
A partir de tener estos dos escenarios contemplados comenzamos a añadir elementos de protección, donde los más básicos serían los siguientes:
- Rotura de cristales
- Daños producidos por agua
- Responsabilidad civil y asistencia jurídica integral
Sobre esta base de aseguramiento el usuario puede acometer ya de manera personalizada el resto de protección que considera necesaria, prestando lógicamente especial atención a las coberturas sobre elementos de valor del hogar como pueden ser los productos tecnológicos, los bienes y obras de arte, las joyas…