El objetivo de las mismas es poder probar la falta de transparencia detectada en determinados segmentos.
Para ello, ha puesto en marcha una revisión horizontal sobre el sector asegurador, al mismo tiempo que realizará propuestas con la finalidad de conseguir sacarle mayor rendimiento.
La entidad aseguradora, puesta a revisión
La industria aseguradora se encuentra en el punto de mira por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, puesto que el organismo tiene la certeza de que diversos segmentos del mismo se encuentran con muy poca competencia.
Para poner remedio a esta situación, la CNMC se encuentra realizando un estudio, en el cual se incluirán algunas recomendaciones normativas que las entidades financieras deberán tener en cuenta. A finales del pasado año, el sector de los seguros conseguía gestionar un total de 242.388 millones de euros de activos de sus clientes, a través de planes de pensiones, rentas vitalicias y otros productos financieros.
En definitiva, llegó a registrar una cantidad de ingresos por primas de no vida, por 37.000 millones de euros en total. Precisamente, ha sido su solidez la que ha mantenido sus cuentas bastante bien protegidas ante los efectos de la crisis económica generada por la pandemia.
Sin embargo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia considera que la estructura del sector no se encuentra realmente alineada con la competencia. Por esta razón, uno de sus principales objetivos es elaborar una revisión sobre la industria aseguradora.
Uno de los aspectos a investigar, es que por norma general en los seguros de decesos no resulta nada común la devolución de excedente, aunque así consta expresamente dentro de la regulación. En estos productos, las aseguradoras tienden a comprometerse con la persona que fallece el hacerse cargo de los gastos del sepelio. No obstante, se tiene constancia de que en aquellos casos en los que sobra dinero, la compañía en cuestión se lo suele quedar y no se lo devuelve a las familias de la persona que estaba asegurada.
Esto no debería ocurrir bajo ningún concepto, ya que la compañía aseguradora se encuentra en la obligación de reintegrar todo el dinero que no se haya gastado, siempre y cuando se encuentre establecido dentro del contrato que fue firmado en un principio. Esta es una situación que suele darse también en los seguros de automóviles, en el momento en que se cancelan antes de lo previsto.
La CNMC considera, por todas estas razones, que el sector de las aseguradoras dispone de una serie de disfuncionalidades que deben ser corregidas, al mismo tiempo que existe una falta de transparencia.
Con la finalidad de evitar que esta situación y estas disfuncionalidades sigan ocurriendo, el organismo procederá a analizar el grado de competencia del que dispone el sector. Una vez se lleve a cabo, se pondrán sobre la mesa determinadas propuestas de cambios dentro de la normativa.