Probablemente si en algo coinciden todas las voces autorizadas cuando del futuro de las pensiones de jubilación se habla es en la necesidad, al menos con el panorama actual proyectado a un futuro a medio y largo plazo, de complementar dichas pensiones con dinero procedente del ahorro sistemático sostenido en el tiempo.
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Este modelo de ahorro, en principio muy identificado con los planes de pensiones, ha ido ganando peso con los años, hasta, hoy en día, convertirse en prácticamente imprescindible. Sin embargo, la duda del ahorrador sobre si los planes de pensiones son el instrumento suficiente para complementar su futura pensión de jubilación, está más que justificada teniendo en cuenta el panorama actual de los planes de pensiones.
Seguros de ahorro y planes de pensiones
En nuestro país el porcentaje de contratación de planes de pensiones y seguros de ahorro resulta tremendamente bajo en comparación con otros países del ámbito europeo, pero además, de media el ahorrador español inicia mucho más tarde que su igual europeo el proceso de ahorro y aportaciones.
Teniendo en cuenta lo anterior, y teniendo en cuenta las características particulares en lo que a aportaciones y flexibilidad de los planes de pensiones se refiere, no resulta desde luego exagerado el hecho de plantearse no ya sólo las comparativas entre los seguros de ahorro y los planes de pensiones como instrumentos válidos en ambos casos, sino la complementaridad de ambos productos.
Y es que del mismo modo que en otros productos de inversión y ahorro hablamos de la diversificación, no sólo desde la perspectiva de dónde colocamos el dinero, sino desde la combinación de diferentes productos financieros, parece cada vez más claro que no resulta del todo punto práctico aferrarse a un único instrumento de ahorro buscando en él que se complementó futuro a las pensiones de jubilación.
Por tanto, más que hablar de un enfrentamiento entre virtudes como producto de los seguros de ahorro y los planes de pensiones, realmente debiéramos centrarnos en cómo ambos productos combinan, y, en la manera en la que se combinación de aportaciones sistemáticas a los planes de pensiones y primas únicas en los seguros de ahorro pueden convertirse en una buena herramienta para el ahorro cara a la jubilación.
Seguros de ahorro y vida
El carácter de producto de aseguramiento genera una doble vertiente de estos productos, por un lado el hecho de la obligación del aseguramiento del titular sobre una serie de riesgos pactados en el producto (habitualmente un seguro de vida) que a su vez genera la necesidad de la existencia de unos beneficiarios, y por otro lado el hecho de la obligatoriedad de la garantía de tipos de interés mínimos hasta vencimiento, aunque cada vez es más frecuente encontrarnos con productos que sobre una rentabilidad asegurada plantean la posibilidad de obtener mayores rentabilidades en función de la propia gestión del patrimonio del seguro o la evolución de la compañía correspondiente, que se plantean como elementos de atracción al producto y que en ningún caso amenazan una rentabilidad garantizada pactada de antemano y la devolución del total del capital aportado.
La cobertura principal lógicamente de este producto es la jubilación, pero, a la hora de su rescate puede presentar opciones en las que no penalizará dicho rescate, opciones como la enfermedad grave, la incapacidad absoluta o el desempleo de larga duración, algo que también comparte con los planes de pensiones y por supuesto la cobertura de fallecimiento que lleva aparejado un capital adicional que o