No ponemos en duda la necesidad de póliza de seguro de hogar para nuestra vivienda habitual, sin embargo, no siempre tenemos esto tan claro en caso de los seguros para segundas viviendas.
Cuando adquirimos una vivienda con el fin de habitarla de manera permanente es obvio que se hace necesaria la presencia de una póliza de seguros de hogar que nos permita tener tranquilidad sobre un buen número de peligros cubiertos en las coberturas de los seguros de hogar.
Cuando contratamos una póliza de hogar para nuestra primera residencia apenas tenemos dudas y solemos atinar bastante en cuanto a la cantidad y profundidad de las coberturas que necesitamos, esto sin embargo, no queda tan claro cuando se trata de asegurar una segunda vivienda.
Y es que las posibilidades son tantas, pasando incluso por la falta de aseguramiento, que hay que pensar un poco antes de contratar seguros de hogar para segunda vivienda. El elemento fundamental, lo que va a determinar realmente la necesidad de un seguro u otro es el destino que vayamos a dar a la segunda vivienda.
Seguro de hogar en la segunda vivienda, si pero bien elegido
Aunque vamos a partir de la base de la necesidad de seguro para la segunda vivienda. Aunque como veremos a continuación las necesidades según el destino de cada vivienda pueden ser diferentes, es obvio que coberturas como robo, daños por agua, daños eléctricos, daños por efectos climatológicos, etcétera pueden ser importantes en una segunda vivienda, por el contrario, tal vez otras coberturas como las de contenidos o las extensiones de servicios, no sean tan interesantes.
Por otro lado siempre que tener en cuenta las consecuencias inmediatas que supone carecer de seguro, las obligaciones frente a terceros que vamos a adquirir en caso de siniestros o desperfectos ocasionados a los demás, así como el impacto económico que puede suponer en nuestro caso sufrir un desperfecto o una contingencia no asegurada.
Éstos deben ser los elementos que figuran en el punto de partida de nuestro análisis de seguro para segunda vivienda, partiendo eso sí del hecho contrastado de su necesidad.
Descubre en este post los diferentes tipos de seguros para coches que puedes contratar
Seguros para segundas viviendas
Una vivienda viene a considerarse como vivienda de temporada o segunda vivienda cuando permanece al menos tres meses al año deshabitada. Ejemplos hay muchos, desde el apartamento en la playa hasta la casa familiar en el pueblo, viviendas que se utilizan de manera parcial, o bien durante las vacaciones o los fines de semana o ambas opciones. En cualquier caso se presupone que posees una primera vivienda donde recibes de manera habitual y otra donde lo haces de manera esporádica.
Como veremos más adelante el periodo de tiempo en el que la vivienda permanece cerrada es muy importante a la hora de calcular el seguro. También lo es el uso que vas hacer de la vivienda, el valor del continente y también el valor que se adjudica al contenido.
Es muy importante tener todo esto en cuenta fundamentalmente porque el seguro de la segunda vivienda puede no parecerse en nada al de la primera vivienda, y este es un error relativamente frecuente, ampliar o duplicar pólizas de seguro de hogar sin analizar a fondo las necesidades reales de la segunda vivienda destino de la póliza.
En general, cuando se trata de una segunda vivienda familiar destinada al ocio y tiempo libre, conviene partir de un aseguramiento básico, es decir, de coberturas básicas que incluyan incendios, daños eléctricos, daños climatológicos, agua y por supuesto responsabilidad civil. Éstos son probablemente los elementos básicos a asegurar en cualquier tipo de seguro de hogar con una variable, al tratarse de viviendas vacías durante un periodo de tiempo importante, el accidente puede suceder con la casa deshabitada con lo que esto puede conllevar de consecuencias agravadas.
Partiendo de lo anterior podemos empezar a añadir coberturas en función de cuestiones como la ubicación, los riesgos del entorno, etcétera. Por ejemplo, las coberturas sobre robo pueden ser muy interesantes en general, y ampliadas lo puede ser en particular en entornos en los que los niveles de riesgo son superiores a la media en robos y asaltos. Esto puede ser especialmente importante en casas aisladas o construcciones unifamiliares, aunque se puede perfectamente extender también a pisos y apartamentos.
Por supuesto es interesante manejar datos relevantes como los seguros que las propias comunidades de vecinos puedan tener, ya que puede ser que parte de sus garantías contenidas en seguro comunitario sean suficientes para nuestra vivienda, evitando así la duplicidad de coberturas y por tanto gastando menos dinero.
Recuerda que es posible que si suscribes tu segundo seguro de hogar con la misma compañía con la que tiene suscrito el primero se te vayan a ofrecer descuentos en el segundo por añadir coberturas. Esto puede ser interesante, pero a la vez puede convertirse en un foco de sobre aseguramiento no necesario, la duplicidad de coberturas no siempre es lo mejor, pensemos por ejemplo en las extensiones de protección a cuestiones como asistencia en viaje, uso fraudulento de tarjetas, etcétera, cuestiones que pueden estar ya perfectamente contenidas en otros seguros o incluso en el primer seguro contratado y que servirán para aumentar los costes de nuestras pólizas
El seguro de hogar en las segundas viviendas hipotecadas
No debes confundir la exigencia por parte de una entidad bancaria de contratar un seguro de hogar para conceder una hipoteca a la obligatoriedad de ese seguro de hogar sobre una vivienda hipotecada.
Es cierto que cuando las entidades financieras nos exigen contratar una serie de productos en paralelo para obtener las mejores bonificaciones en la hipoteca, o incluso para poder firmarla, se nos incluyen los seguros de hogar casi como primer elemento añadido. También es cierto que se nos está proponiendo una operación financiera condicionada, es decir, si queremos esa hipoteca debemos aceptar ese seguro. Sin embargo, la obligatoriedad realmente no existe ya que incluso en este caso sólo sería un requisito y no una obligación.
Esto es muy importante ya que cuando vamos a suscribir una hipoteca no tenemos una obligación legal de contratar seguro de hogar. Otra cosa es que lo más aconsejable desde cualquier punto de vista es tener un seguro multirriesgo de hogar que permita responder en caso de problemas o accidentes en el inmueble que, de otro modo, arruinaría nuestra economía. Así que cuando te ofrezcan un seguro asociado a tu hipoteca estudia bien la propuesta de seguro, analiza las coberturas y la relación precio/cobertura, ya que si te beneficias por un lado de una bonificación o de una hipoteca más barata que la media. Un seguro a un precio razonable, la operación puede ser interesante para tu bolsillo.
En el otro extremo puedes encontrar la exigencia de una batería de productos en paralelo a la contratación de la hipoteca que encarecen está hasta tal punto que no resulte interesante para tus finanzas personales.
Así que recuerda, el banco puede supeditar la contratación de tu hipoteca a la presencia del seguro de hogar, pero no puede obligarte a contratar su seguro de hogar necesariamente. Esto generalmente lo que hace es que estas ofertas de seguro de hogar vinculados sean atractivas, tenlo cuenta.
Tienes dudas sobre cómo acertar con el seguro de hogar, consulta aquí todas las claves a tener en cuenta antes de contratarlo.
Seguros de hogar en viviendas alquiladas o deshabitadas
En el caso de segundas viviendas alquiladas como bien de manera temporal o permanente, además de los factores a los que ya nos hemos referido resulta importante añadir coberturas sobre el continente, sobre todo cuando muebles y ajuar son propiedad del dueño de la vivienda.
En caso contrario, es decir cuando el vecino es quien aporta el mobiliario y ajuar, el propietario no tiene por qué asumir el gasto de coberturas sobre el mismo aunque sí otros aspectos como la responsabilidad civil ante terceros, y las coberturas básicas ya citadas.
El caso de las viviendas deshabitadas resulta un poco más complejo. Sobre todo cuando éstas no se utilizan con fines residenciales o sólo de manera muy puntual, se tiene la sensación de la no necesidad de contratar un seguro para la vivienda.
Sin embargo, también en el caso de las viviendas desocupadas hay que tener en cuenta algunos factores que pueden resultar importantes. Desde problemas que pueden a terceros, de los que el propietario debe acabar haciéndose responsable, hasta problemas más graves como desprendimientos o generar accidentes que acarrean daños físicos a personas… En estos casos también resulta importante plantearse tener un seguro con coberturas básicas que además por supuesto aporte la responsabilidad civil necesaria.
En definitiva las segundas viviendas en general también necesitan de una póliza de seguros propia, eso sí, contratada tras una revisión a fondo de las necesidades reales de aseguramiento de la vivienda.