A la espera de los Resultados test de estrés del 14 de Julio de las banca europea y en especial los resultados de los test de estrés de los banca española, la nueva Autoridad Europea de Seguros (EIOPA) aporta un dato sobre los Test de estrés aseguradoras europeas que dice que el 10% de las compañías aseguradoras suspende dicho prueba de estrés.
Es así que, el 10% de las aseguradoras europeas, unas 13 de 129 que participan no podrían superar los requisitos mínimos exigidos de capital si se diera una fuerte recaída de la crisis.
Esta Autoridad EIOPA además de estos núemros negativos, aporta otros positivos como que el nivel de capitalización de las aseguradoras de la UE se muestra sólido, además de que el sector está preparado lo que le permite hacer frente a potenciales escenarios negativos. Aunque no se sabe quines son las compañías aseguradoras que suspenden.
Mientras que el 90% de las aseguradoras si logra aprobar el examen ante el escenario más adverso que se les presenta.
El otro 10% que en cambio suspende el test requiere de un capital extra hasta 4.400 millones de euros.
Dichas pruebas de estrés presentan un escenario de estrés en el mercado de deuda, excluyendo una quiebra potencial de Grecia, 6 grupos llegaron a suspender es decir el 5% del total que participa.
Estas pruebas fueron llevadas adelante entre Marzo y Mayo, con la finalidad de poder conocer cual es la capacidad de las aseguradoras de poder cumplir con las exigencias de capital de Solvencia II, que debe ponerse en marcha desde el 1 de Enero en 2013.
De las aseguradoras europeas que han participado, un 60% del total y el 50% de cada país presentaban un superávit agregado de solvencia por 425.000 millones de euros, bajando a 150.000 millones de euros con el peor de escenario posible.
Para el escenario de estrés en los mercados de deuda, el superávit en cambio sufriría una caída de 33.000 millones de euros.
De las vulnerabilidades que sobresalieron en las pruebas de resistencia se detectó la evolución en negativa de los mercados de deuda pública. También se detectó una tasa de catástrofes naturales mucho más alta que lo estimado junto con la dificultad de acceder limitadamente al mercado de reaseguros.
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